miércoles, 18 de noviembre de 2009

Don Manolón.

Los médicos no solo están para las cosas malas. Don Manolón acudió eufórico a su médico y le dijo: -¡Hola doctor! ¡Hoy vengo a ti, para que me digas sobre el qué tiene de bueno haberme comido un enorme plato de fabada!

Travieso profeta.

La condición de profeta, solo debería adquirirse cuando se es mayor. Pregunten si no a los Reyes magos, sobre las travesuras que les propinó el Niño Jesús en cuanto llegaron a Belén...

Ladrones.

Tengo una suerte de tierra que está plagada de ladrones; mientras vallábamos la finca, no nos percatamos de que se encontraban en su interior. Ahora el caso es que no pueden salir de ella.

Falta de entendimiento.

Hablaba ingles y yo español. Esta incidencia no impidió estrecharla entre mis brazos y hacerle el amor. Ahora bien, mi semen pegó a las puertas de su ovario, pero no pudo entender del qué venían a hacer allí.

Yo fantasma.

Debo ser el más idiota de los fantasmas. Lejos de producir miedo, mi carácter humilde hace de mí un verdadero fantoche; Me lavan, me tienden, me planchan, me colocan en la cama y me pedorrean.

Voces sospechosas.

Intenté ensartar una aguja, y cuando me pareció haberlo hecho, escuché una minúscula vocecilla masculina que exclamaba: -¡Toma! Otra de hechuras femeninas suspiraba: -¡Ay!

El caballero.

En cuanto empezó la batalla, aquel caballero notó la querencia de su caballo en avanzar dos pasos adelante y uno de costado. Reconoció entonces su verdadera identidad; Una pieza lúdica sobre un tablero de ajedrez.