miércoles, 24 de marzo de 2010

Una bicicleta en la nariz.

Tengo una bicicleta en la nariz, salgo y regreso al trabajo en ella.
No temo por lo incómodo que pudiera parecer el asunto, no. Lo que me ocurre es que chirría la cadena y me pican los piñones.

Aprendiz de Mago.

Se presentó en mi casa y me insinuó: -Soy un aventajado aprendiz de mago, y me gustaría hacer algunas pruebas en su gallinero.-Hágalas, a ver si gracias a usted dejo de ser pobre de una vez por todas -Le aventuré.
Entró, apuntó mal y el hechizo recayó sobre el gallo de corral. No ocurrió lo que yo esperaba, pero al menos me maravillo a cada tarde viéndolo posado sobre el palo más alto, luciendo sus huevos de oro.

Rumbo a la deriva.

El barco se enamoró, y haciendo caso omiso al patrón, puso rumbo a la deriva persiguiendo una preciosa y sensual ballena.

El dormilón.

Nada... Que no hay maneras de despertar al dormilón. Lo empujo, lo retumbo, pero nada de nada. Se me ocurre una idea... <<¡Mira... Un cantacanaletas!>><<¿Dónde, dónde, dónde?>> Responde sobresaltado el dormilón.

Un pueblo muy conocido.

Era un pueblo muy conocido, porque todos sus habitantes eran de risa facil.
Cierto día descubrieron que la disposición de sus laderas y montañas, producían remolinitos de viento, que causaban unos ataques de cosquillas terribles.

Supositorios para ojos.

Mi ignorancia me ha dejado ciego.
Juraría que en algún lugar del prospecto leí que se trataba de supositorios para ojos.
¡Válgame Dios!

El zapato veloz.

Conocí una vez a un zapato que corría tanto, que siempre se encontraba al final del diccionario.

Un dinosaurio.

<<¡Fabián...!, eso que ves ahí posado sobre el limonero, es un dinosaurio>>
<<¡Un dinosaurio!>> Exclamó expectante.
De la algarabía, el dinosaurio rompió a volar, dejando la ramita vacía y temblorosa.

Un mundo paralelo.

Dios creó un mundo paralelo, con hembras eléctricas. En este otro, había menos violadores y a los que aun insistían, se les encendía la cabeza como a una bombilla.

¡Qué agradecido!

¡Qué agradecido! Tan solo le regalé un estuche de lápices de colores, y ahora él me regala a cada día; Mariposas, pájaros, peces, flores, Arco irises...