viernes, 27 de noviembre de 2015

Las migas



    1. Se supuso entrañable la mañana, todos juntos a la lumbre, pero las migas de la abuela; nos desamigaron.
       
      Toda la vida buscando un amor, lo llevó a erradicar su soledad habitando casas ocupadas.

      Mi soledad, es la compañía que tú tienes; paradoja en el contraste.

      Cuando se siente solo, se sienta, y así distrae el concepto en el cambio de género.

Sucedidos


Dicen que dicen que sucedió un sucedido de un verídico, que sembraba gentes.

Morir de alegría no le produjo ninguna pena.

No se marchó, no. Se marchitó, y buscó cualquier escusa en la brisa para desplazarse.

Por Halloween, un muerto se cagó en los muertos de otro muerto, y estos tomaron represalias contra él.

Le dolía y tenía muy mala calabaza; a través de sus ojos, por Halloween, se podían observar las ideas apagadas.

Paseando por el cementerio vi mi nombre en una tumba, desde entonces vivo demuestrando, sin frutos, que existo, que no soy ese.

    Zapatos

    No podía ahorrar nada, porque se había echado por esposa una ciempiés; todos los días zapatos.

    Buscó sus zapatos hasta la saciedad, cansado tomó el diccionario y encontró, por fin, la acepción que deseaba.

     No sabía escribir zapato, pero sabía atar perfectamente los cordones de sus microrrelatos.

    Por qué lees

    -¿Por qué lees? -Porque aburre menos.

    Silencios en soledad

    Prefirió los silencios en compañía, que las conversaciones en soledad.

    Una desconocida

    La miró con la boca, después la besó con la piel y finalmente la acarició con los ojos; era una desconocida de muy buen ver.